LA PREPARACION
El Sábado es un día muy especial, es verdad que tenemos el espiritu de culto durante toda la semana,pero el Sábado es algo diferente. Es el día del Señor y de la familia, " Con frecuencia ocurre que al padre de familia apenas ve los rostros de sus hijos, durante la semana se encuentra casi totalmente privado de la oprtunidad de ser compañero con ellos e instruirlos, pero el amor de Dios ha puesto limite al trabajo, en su dia resrva a la familia comunión con él, con la naturaleza y con sus projimos" (Ed. 251)
A fin de disfrutar el Sábado completamente debemos tener ciertos preparativos. En la semana el lavado, el planchado y el remiendo debe haberse hecho, porque a medidas que se acercan las horas sagradas del sábado la familia debio haber hechoprparativos especiales, los alimetos listos, el medio de trasporte limpio y listo, la casa arreglada, las cosas seculares como periodicos, revistas y juguetes fuera del alcanse de la vista.
Cada miembro de la familia debe tener la ropa que vestira el sábado lista, si espera hasta la mañana del Sábado puede ser que alguna pieza de vestir necesitará ser arreglada y esto causara atrasos, debemos recordar que el sábado es para santificarlo.
DANDO LA BIENVENIDA AL SABADO
Con todos los preparativos hechos podemos reunirnos en familia a la puesta del sol del viernes para dar la bienvenida a las sagradad horas del Sábado (Lev. 23:30 32). Esta debe ser la hora más esperada en toda la semana, la familia se reune para cantar himnos de alabanzas y agradecer a Dios señor y salvador. Después de la lectura de la biblia una lectura apropiada o puede también referir las bendiciones recibidas durante la semana y dar agrdeciemiento a Dios,se ofrecen oracinesal señor.
EL SÁBADO POR LA MAÑANA
Asistimos a la Escuela Sabatica y el Culto Divino. para lagunas persona el Sábado queda arruinado pues quedan el la cama hasta tarde y luego tiene que apresurars, afanarse, y aveces irritarse para llegar a tiempo a la Escuela sabatica, otras veces no alcansan a llegar y solo participan del Culto Divino. La familia bien organizada hace planes de tal forma que haya tiemposuficiente para el desayuno, para vestirse y llegar a tiempo a la Iglesia, cada uno estaráen un estadode ánimo que le permitirá disfrutar de los ervicios y recibir una rica bendicion en la casa de Dios.
EL SABADO EN EL HOGAR
Antes de la puesta del sol, congréguense los miembros de la familia para leer la Palabra de Dios y para cantar y orar. Se necesita una reforma en esto, porque muchos han sido remisos. Necesitamos confesarnos a Dios y unos a otros. Debemos empezar de nuevo a hacer arreglos especiales para que cada miembro de la familia sea preparado para honrar el día que Dios ha bendecido y santificado. No se malgasten en cama las preciosas horas del sábado. El sábado de mañana, la familia debe levantarse temprano. (JT 3 pag 23)
EL SABADO POR LA TARDE
¡Que delicia! si el tiempo lo permite se puede dar un paseopor el campo y alle leer el primer libros de la biblia. Si vivimos en el campo podemos ir al bosque, si vivimos en la ciudad podemos ir al parque. ¡Cuan interesante es observar la naturalesza y aprender la lecciones que Dios quiere que aprendamos. Dio es tan bueno al darnos los hermosos pajaros que alegran nuestro corazón y arruyo murmurante para calmar nuestros nervios cansados. Tambien él pinta los cielos con las hermosas puestas de sol. Donde esta el niño que no queda extasiado con las gloriosas nubes que Dios forma el el cielo?. El Sábado por la tarde es tambien una magnifica oportunidad para relatar esas historias que no se tuvo tiempo para relatar durante lal semana, se puede por la tarde dedicar un tiempo parabuenos cantos.
"Cuando el tiempo es agradable paseen los padres con sus hijos por los campos y huertos. En medio de las cosas hermosas de la naturaleza, explicandoles porque fue instituido el Sábado, digale que cuando la tierra salio de las manos de Dios era hermosa y santa. Mostradles que fue el pecadolo que mansillo la obra perfecta de Dios, de ves en cuando leedles las interesantes historias de la biblia (JT3 pag.24,25).
VIAJAR EN SABADO
Os aconsejo, hermanos y hermanas: “Acordarte has del día del reposo, para santificarlo.” Si queréis que vuestros hijos observen el sábado según el mandamiento, debéis enseñarles tanto por los preceptos como por el ejemplo. Nunca se borra completamente la verdad grabada profundamente en el corazón. Puede obscurecerse, pero nunca obliterarse. Las impresiones hechas en la primera parte de la vida se verán en los años ulteriores. Pueden ocurrir circunstancias que separen a los hijos de los padres y de su hogar, pero mientras vivan, la instrucción dada en la infancia y la juventud será una bendición.
Si deseamos la bendición prometida a los obedientes, debemos observar el sábado más estrictamente. Temo que con frecuencia hagamos en ese día viajes que podrían evitarse. De acuerdo con lo que el Señor me ha comunicado acerca de la observancia del sábado, debemos ser más cuidadosos en cuanto a viajar en ese día. En este asunto, debemos dar el debido ejemplo a nuestro niños y jóvenes. A fin de alcanzar las iglesias que necesitan nuestra ayuda y darles el mensaje que Dios desea que oigan, puede sernos necesario viajar en sábado; pero hasta donde podamos debemos conseguir nuestros pasajes y hacer todos los arreglos necesarios en algún otro día. Cuando emprendemos un viaje, debemos hacer todo esfuerzo para evitar que nuestra llegada a destino sea en sábado (3JT pag. 73)
EL DIEZMO Y EL SABADO
El mismo lenguaje que se emplea en el mandamiento del diezmo se usa también con respecto al sábado: “El séptimo día es reposo para Jehová tu Dios”.
Asimismo el diezmo de nuestras entradas es “santo a Jehová”. El Nuevo Testamento no promulga de nuevo la ley del diezmo, como tampoco la del sábado, porque la validez de ambas se da por establecida y su profundo significado espiritual se considera explicado... Mientras nosotros como pueblo procuramos firmemente dar a Dios el tiempo que él se ha reservado como suyo, ¿no le daremos también esa parte de nuestros recursos que él reclama?—The Review and Herald, 16 de mayo de 1882. (CMC 70).
AGRADECIMIENTO EN SU DIA
Las instrucciones dadas por el Espíritu Santo por medio del apóstol Pablo concernientes a los donativos, presentan un principio que se aplica también al diezmo: “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado”. 1 Corintios 16:2. Aquí se incluye a los padres y a los hijos. Esto se dirige no sólo a los ricos sino también a los pobres. “Cada uno dé como propuso en su corazón [guiado por la sincera consideración del plan prescrito por Dios]: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”. 2 Corintios 9:7. Los donativos hay que darlos en consideración a la benevolencia de Dios manifestada hacia nosotros.
¿Y qué tiempo más apropiado podría elegirse para apartar el diezmo y presentar nuestras ofrendas a Dios? En el día de reposo pensamos en su bondad. Hemos contemplado su obra en la creación como una evidencia de su poder en la redención. Nuestros corazones están llenos de agradecimiento por su gran amor. Y ahora, antes de que vuelva a comenzar el trábago de la semana, le devolvernos lo que es suyo, y con ello una ofrenda para manifestarle nuestra gratitud. En esta forma nuestra práctica constituirá un sermón semanal que declara que Dios es el dueño de todos nuestros bienes, y que él nos ha hecho mayordomos suyos para que los empleemos para su gloria. Cada acto de reconocimiento de nuestra obligación hacia Dios fortalecerá el sentido del deber. La gratitud se profundiza cuando la expresamos y el gozo que proporciona es vida para el alma y el cuerpo.—The Review and Herald, 4 de febrero de 1902. (CMC 85).
EL SABADO POR LA TARDE
¡Que delicia! si el tiempo lo permite se puede dar un paseopor el campo y alle leer el primer libros de la biblia. Si vivimos en el campo podemos ir al bosque, si vivimos en la ciudad podemos ir al parque. ¡Cuan interesante es observar la naturalesza y aprender la lecciones que Dios quiere que aprendamos. Dio es tan bueno al darnos los hermosos pajaros que alegran nuestro corazón y arruyo murmurante para calmar nuestros nervios cansados. Tambien él pinta los cielos con las hermosas puestas de sol. Donde esta el niño que no queda extasiado con las gloriosas nubes que Dios forma el el cielo?. El Sábado por la tarde es tambien una magnifica oportunidad para relatar esas historias que no se tuvo tiempo para relatar durante lal semana, se puede por la tarde dedicar un tiempo parabuenos cantos.
"Cuando el tiempo es agradable paseen los padres con sus hijos por los campos y huertos. En medio de las cosas hermosas de la naturaleza, explicandoles porque fue instituido el Sábado, digale que cuando la tierra salio de las manos de Dios era hermosa y santa. Mostradles que fue el pecadolo que mansillo la obra perfecta de Dios, de ves en cuando leedles las interesantes historias de la biblia (JT3 pag.24,25).
VIAJAR EN SABADO
Os aconsejo, hermanos y hermanas: “Acordarte has del día del reposo, para santificarlo.” Si queréis que vuestros hijos observen el sábado según el mandamiento, debéis enseñarles tanto por los preceptos como por el ejemplo. Nunca se borra completamente la verdad grabada profundamente en el corazón. Puede obscurecerse, pero nunca obliterarse. Las impresiones hechas en la primera parte de la vida se verán en los años ulteriores. Pueden ocurrir circunstancias que separen a los hijos de los padres y de su hogar, pero mientras vivan, la instrucción dada en la infancia y la juventud será una bendición.
Si deseamos la bendición prometida a los obedientes, debemos observar el sábado más estrictamente. Temo que con frecuencia hagamos en ese día viajes que podrían evitarse. De acuerdo con lo que el Señor me ha comunicado acerca de la observancia del sábado, debemos ser más cuidadosos en cuanto a viajar en ese día. En este asunto, debemos dar el debido ejemplo a nuestro niños y jóvenes. A fin de alcanzar las iglesias que necesitan nuestra ayuda y darles el mensaje que Dios desea que oigan, puede sernos necesario viajar en sábado; pero hasta donde podamos debemos conseguir nuestros pasajes y hacer todos los arreglos necesarios en algún otro día. Cuando emprendemos un viaje, debemos hacer todo esfuerzo para evitar que nuestra llegada a destino sea en sábado (3JT pag. 73)
EL DIEZMO Y EL SABADO
El mismo lenguaje que se emplea en el mandamiento del diezmo se usa también con respecto al sábado: “El séptimo día es reposo para Jehová tu Dios”.
Asimismo el diezmo de nuestras entradas es “santo a Jehová”. El Nuevo Testamento no promulga de nuevo la ley del diezmo, como tampoco la del sábado, porque la validez de ambas se da por establecida y su profundo significado espiritual se considera explicado... Mientras nosotros como pueblo procuramos firmemente dar a Dios el tiempo que él se ha reservado como suyo, ¿no le daremos también esa parte de nuestros recursos que él reclama?—The Review and Herald, 16 de mayo de 1882. (CMC 70).
AGRADECIMIENTO EN SU DIA
Las instrucciones dadas por el Espíritu Santo por medio del apóstol Pablo concernientes a los donativos, presentan un principio que se aplica también al diezmo: “Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado”. 1 Corintios 16:2. Aquí se incluye a los padres y a los hijos. Esto se dirige no sólo a los ricos sino también a los pobres. “Cada uno dé como propuso en su corazón [guiado por la sincera consideración del plan prescrito por Dios]: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”. 2 Corintios 9:7. Los donativos hay que darlos en consideración a la benevolencia de Dios manifestada hacia nosotros.
¿Y qué tiempo más apropiado podría elegirse para apartar el diezmo y presentar nuestras ofrendas a Dios? En el día de reposo pensamos en su bondad. Hemos contemplado su obra en la creación como una evidencia de su poder en la redención. Nuestros corazones están llenos de agradecimiento por su gran amor. Y ahora, antes de que vuelva a comenzar el trábago de la semana, le devolvernos lo que es suyo, y con ello una ofrenda para manifestarle nuestra gratitud. En esta forma nuestra práctica constituirá un sermón semanal que declara que Dios es el dueño de todos nuestros bienes, y que él nos ha hecho mayordomos suyos para que los empleemos para su gloria. Cada acto de reconocimiento de nuestra obligación hacia Dios fortalecerá el sentido del deber. La gratitud se profundiza cuando la expresamos y el gozo que proporciona es vida para el alma y el cuerpo.—The Review and Herald, 4 de febrero de 1902. (CMC 85).
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