HISTORIA
Los pioneros adventistas del séptimo día comienzos fueron en gran medida auto-apoyo. Ellos trabajaron "en la fe" sin el respaldo financiero distinto de sus propios recursos y regalos ocasionales. Estos regalos se basaron en la generosidad en lugar de ser proporcional a los ingresos de los donantes o parte de un programa de donaciones sistemática. Como resultado de una clase de Biblia realizada por JN Andrews, el nombre de "La benevolencia sistemática en el principio de diezmo" se dio a principios del Adventista financiera dando sistema en 1859. Elena G. de White afirmó enérgicamente el concepto de "Benevolencia Sistemática", y dijo: "Dios ha ideado un plan por el cual todos pueden dar como Él los ha prosperado, y que hará dar un hábito sin esperar especiales llama .... Hasta que todos cumplirán el plan de la benevolencia sistemática, habrá un fallo en subir a la regla apostólica "(Testimonios, vol. 3, p. 411). El "Sistema diezmo", ya que se convirtió en conocido en los últimos años, también se incluyen las ofrendas voluntarias. El gran empuje misión de finales de los siglos XIX y principios del XX se puso en marcha a través del plan de "Compartir diezmo" y las ofrendas sistemáticas de los miembros. Incluía las ofrendas semanales Escuela Sabática Misión iniciadas en 1877 y más tarde las ofrendas del decimotercer sábado, Ofrendas de cumpleaños / gracias, y la Escuela Sabática de Inversiones. El precursor de los Ministerios de Administración fue el Servicio de Desarrollo de la Iglesia, que proporcionó asesoramiento para proyectos de construcción de capital para Séptimo iglesias adventistas día en América del Norte (1959-1966). En la Conferencia de la Sesión General de 1966 se organizó el nuevo departamento. La Mayordomía y Desarrollo nombre fue recomendado por el Presidente de la Conferencia General, Robert H. Pierson, y se convirtió en oficial en el Consejo Anual 1967.
El Departamento de Administración y Desarrollo disfrutó de un lugar de primera importancia en la iglesia durante la década de la década de 1970, según lo indicado por el nombramiento de Directores de Manejo en la mayoría de las divisiones, los sindicatos, y conferencias en todo el mundo. Al mismo tiempo, el concepto de la mayordomía se mudó de un enfoque en el fondo de capital de fondos a una visión bíblica más completa de la administración de un tesoro, el talento, el tiempo, y el templo del cuerpo. En el Congreso de la Asociación General en 1980, el Departamento de Administración y Desarrollo se fusionó con la Asociación Ministerial. El énfasis Departamental ahora se incluye un énfasis en el diezmo y la educación que ofrece, así como las finanzas personales y familiares. En el 1985 la Conferencia General de la Sesión, Mayordomía y Desarrollo se integran en una nueva propuesta del Departamento de Ministerios de la Iglesia, junto con la vida familiar, Lay Actividades (Ministerios Personales), Escuela de Sábado, y de la Juventud.Durante la década de 1990 un renacimiento mayordomía y un renovado interés en la administración comenzaron en muchos países del mundo. En el Congreso de la Asociación General en 1995, Ministerios de Mayordomía convirtió nuevamente un Departamento de la Iglesia. Esta renovación de la organización brindó la oportunidad de desarrollar una redefinición conceptual, que incluía una filosofía expandida de la corresponsabilidad como una forma de vida cristiana en colaboración con y en Cristo.
El departamento de Mayordomía Cristiana anima a los miembros a responder a la gracia de Dios al dedicar todo lo que tienen a él. La responsabilidad de mayordomía abarca más que el dinero. Incluye, pero no está limitado a ello,el adecuado uso y cuidado del cuerpo, la mente, el tiempo, las habilidades, los dones espirituales, las relaciones, la influencia, el lenguaje, el ambiente y lasposesiones materiales. Este departamento ayuda a los miembros, en su sociedad con Dios, en la terminación de la obra por medio de la correcta utilización desus dones y sus recursos.
Representado aquí son las dos coronas de Jesús. La corona de espinas nos recuerda que Él es nuestro Salvador. La corona de la victoria (la corona real) refleja su señoría en el cielo y en la tierra. Con la primera corona en mente, nos entregamos a Él en gratitud. Con la segunda corona en mente, nos sometemos completamente a Él. Por lo tanto, La corresponsabilidad es nuestra respuesta le corresponde a este Jesús. Nos damos todo en respuesta a Su absoluto. Además, se nos recuerda que a través de Su sufrimiento nos encontramos con nuestra salvación, y por medio de su victoria, encontramos nuestro camino a la corona que nos espera en el cielo
Para saber mas:
Departamento de Ministerios de Mayordomía
Conferencia General de Adventistas del Séptimo Día
www.adventiststewardship.com
